Cuando era niña, Melinda solía mirar los enormes camiones que circulaban por la autopista y pensaba que eso era lo que quería. Luego, después de conducir un semirremolque un tiempo, descubrió la construcción de carreteras. Comenzó a conducir camiones volcadores triaxiales para una empresa en Indiana. “Era mucho mejor que solo sostener el volante por millas”, dice. Hoy, conduce un doble eje en los camiones volcadores de autopista.

“Me encanta la variedad. Puedo estar acarreando arena por la mañana y asfalto por la tarde. Cada día es diferente. Por eso hace casi 20 años que estoy en la construcción de carreteras”.

A Melinda le gusta trabajar afuera porque le da una gran sensación de libertad. “Es difícil ver el vuelo de un águila desde adentro de una oficina”.

“Retrocedo y miro todo lo que hemos construido. Es sorprendente y gratificante”.