Será el destino, suerte, o la alineación perfecta de los planetas. Lo que haya sido, puso a Frederick “Gino” Willis en una gratificante profesión en la construcción de autopistas.

Allá por 1995, Gino tenía un trabajo que odiaba y un automóvil. Dos de sus amigos tenían trabajos que les encantaban, pero no tenían automóvil. Lo convencieron de ir a trabajar con ellos para que los llevara en el automóvil. Así lo hizo y lo sigue haciendo desde entonces.

Gino comenzó como operador, colocando los moldes de madera usados para construir los puentes de las autopistas. Al cabo de unos años de trabajo duro, fue ascendido a operador de grúa y luego a jefe, su puesto actual.

Dirige un equipo que construye prácticamente todo tipo de puente que haga falta. Le gusta su trabajo, su empresa y la gente con la que trabaja. “Todos trabajan juntos para terminar el trabajo”, dice.

Uno de los puentes que construyó está justo a una milla de su casa. Ahora, cada vez que lo cruza con su familia, dice “Este es mi puente”, para el regocijo de sus dos hijas.

¿Le recomendarías a un amigo trabajar en la construcción de autopistas? “Claro, pero tienen que poner lo que hay que poner”. ¿A qué te refieres? Dedicación, trabajo duro, confiabilidad y voluntad para lograr el éxito.

En otras palabras, alguien que se parezca mucho a Gino.